Podrás negarme un beso,
tu mirada acariciadora te delata;
y el No que sale de tus labios es
provocador y a la vez retador.
Ya lo entendí amada mía,
un beso no se pide, se roba cuando
aparentas estar desprevenida,
ese es el momento cuando el beso, ni una
palabra lo detiene,
se funden tus labios a los mio para
darle la bienvenida.